martes, marzo 27, 2007

1ª ÉPOCA: Intenta escapar del Imperio, pero... ¡sus largas garras te atraparán!

Y allí estaba, entre mis manos temblorosas la Síbile giraba de nuevo. Sin orden, sin razón. Cada una de las tres agujas a una velocidad, en sentidos contrarios. No funcionaba. No servía. Desorientada. Perdida. Casi muerta.

***
Okhul, el guarda, y ella habían salido del Sagrario al borde de la medianoche. Había estado pensando hacia dónde dirigirse inicialmente. Sabía que Nedaith se había dirigido al sureste, al encuentro de la resistencia en Abdarelth. Pero no habían mandado a ningún mensajero, a nadie que lo confirmara. Todo indicaba que habían sido capturados en su viaje hacia el sur. Keira sabía que los defensores del naciente Imperio Rojo en Abdarelth empezaban a ser conscientes de que no todo el pueblo estaba dispuesto a someterse. Habían hecho atrocidades enormes para que nada se lo impidiese, pero las nuevas generaciones de Abdaianos empezaban a conocer lo que sus padres habían olvidado por el miedo a los traidores. Se daban cuenta de que se empezaba a formar una resistencia. Y los Dandhelion estaban detrás de todo aquello. No todos habían sido exterminados, como Ekros creía.
Decidió dirigirse al suroeste. Por el camino más largo, pero el más seguro, hacia el centro del país. Un lugar aislado, al que pocos soldados de Ekros llegaban, mejor que cualquier otro si lo que se trataba era de hablar con la resistencia de Abdarelth. En ese lugar se erigía un castillo en el Tiempo Antiguo. Unas ruinas escondidas en un oscuro bosque.
Anduvieron toda la noche. Sólo oyeron a algún que otro búho, los lobos escaseaban, y en ocasiones oían el aleteo de una ave rapaz.
En el amanecer, en uno de esos en los que el sol no aparece, en los que el ambiente se queda inmerso en una luz gris inerte, empezaron a ascender las montañas. Dejaban la protección del bosque atrás, para subir por enormes colinas de faldas de pizarra. El aleteo se hizo más fuerte. Acechante. Okhul miraba a su alrededor, levantándose la capucha. Oteando las montañas. Ambos pensaban en lo mismo. Rapaces. Un graznido agudo ensordecedor le predecía. Un enorme ave se acercaba rápidamente a ellos. Se tiraron al suelo para intentar evitar el ataque pero... Se había llevado al guarda Okhul. Y ahora un enorme pico le arrancaba sus extremidades en el aire.
Keira corrió, corrió ladera abajo, quería estar al amparo del bosque... Creía que no iba a descender nunca... Resbaló y cayó rodando. Hasta que llegó a la linde de los árboles. No podía levantarse, arrastrarse. El aleteo se acercaba, un graznido y... se vio atrapada entre las garras de aquel monstruo.

Más Imaginación en... El Cuentacuentos

El principio de la historia en... Yremdil: La Luz de Ytria

Uno, dos, tres... ¡¡¡comienza el monólogo!!!

Esa ha sido mi primera impresión hoy a las cuatro de la tarde... Nooo, no me presento al certamen de monologuistas de la UGR, que tengo pánico escénico, no... He ido a un sucedáneo y/o intento de entrevista de trabajo. ¿De qué? De lo que me pongan, en una hamburguesería de un centro comercial... Es triste, pero supongo que todo hijo de vecino o estudiante sin pelas tiene que enfrentarse a los contratos basura por primera vez en su vida... Y yo llevo tres entrevistas... De la posibilidad de 45... que fué el número de currículums que eché en una tarde... ¿El sabor de boca que se te queda?
- Como comer un whopper con toneladas de ajo, cuando te dicen que es un trabajo a tiempo completo.
- Como cuando después de ponerte la tapa (en Graná, por supuesto) te cobran tres euros. Así se siente uno cuando le dicen que su minicurso de camarero en un hotel de cuatro estrellas no sirve de nada si no has tirado una caña en tu vida.
- Como tomarse una pizza con peperoni y piña, cuando te dicen que cobras a cuatro por hora.
¿Quejica? Por supuesto... Lo he añadido al currículum porque no sabía qué poner...

:S

lunes, marzo 26, 2007

1ª ÉPOCA: Lágrimas de vida

-Ella era mi salvación. Desde la semiinconsciencia le gritaba, desde el principio del final de aquel oscuro túnel le suplicaba ayuda, compasión, dudaba de que me prestara auxilio, pero la esperanza era lo único que me ataba a la vida, pero no sabía si esa frágil cuerda podría con la muerte que de tan cerca me acechaba. Le veía el rostro perla, pálido, triste, sorprendido… Estaba paralizada, pero, en un breve instante una lágrima dudaba en derramarse de sus felinos ojos verdes, y se acercó a mi cara, iluminó con su rostro mi nublada vista, y la lágrima de plata cayó en mis labios. Entonces se levantó, y desapareció de mi vista, pero oía sus pasos veloces, alejándose. Parpadeé y pude ver con nitidez. Me incorporé, asustado por la ausencia de dolor. ¿Estaba en el otro mundo? Miré mi pecho, la camisa estaba teñida de sangre, pero de mi piel ya no brotaba sangre, sólo había una pequeña cicatriz donde antes la muerte había decidido mi fin. Ya ni el dolor se encontraba allí. Me creía muerto, pero apareciste, y supe que aún estaba aquí. -Kahré miró a las estrellas y, cerrando los ojos, admiró de nuevo la belleza de aquel ángel.

Continuación directa de: 1ª ÉPOCA: Un atisbo de esperanza.
El resto de la historia: Yrëmdil: La luz de Ytria

1ª ÉPOCA: Volverá con lágrimas en sus mejillas, pero con un nuevo amanecer

Una enorme sonrisa asomó a sus labios sin que ella pudiera impedirlo.

-¡Contesta! ¿Eres feliz o no? O al menos, ¿algo más feliz?

-Si, -Elay miró a su alrededor- todo esto me alegra, parece otro cumpleaños más, como si nada hubiera cambiado.

-Pero debes darte cuenta de que sí ha cambiado.

-Muchas cosas han cambiado.- Afirmó Netheryn al acercarse a ellas. –Has vuelto a tu verdadera procedencia, y Keira y yo te ayudaremos a encontrar tu origen. –Abrazó a Elay mientras sonreía. En apenas una semana se había hecho muy amiga de la hija de la Sacerdotisa Nedaith. Tenía dieciocho años, pero aún no era capaz de asumir sola la protección del Sagrario en la ausencia de su madre, su tutor Yandros le ayudaba con ello.

-Eryn, ¿podrías pedir a Yandros que busque un guarda que me acompañe?

-Sí, por supuesto, os dejo solas. –Aunque en torno a ellas la fiesta proseguía.

-¿Para qué quieres un guarda?

-Tengo que irme. He de buscar a Nedaith y escoltarla a su vuelta. Hace días que no envía noticias a Yandros.

-¿Lo sabe Eryn?- Keira salió al jardín del lago y Elay la siguió.

-Yandros no ha querido asustarla, pero sé que lo intuye. Está asustada. Auralav no ha vuelto desde que su compañero fue reclutado, y Eryn sabe que Aura es la que debería sustituir ahora a su madre. Pero no aparece. Todo se está complicando. Y debo arreglarlo antes de que lo haga aún más.

-Me va a costar acostumbrarme a que no estés conmigo. Pero lo entiendo. Mis cumpleaños siempre han sido predecesores de despedidas.

-No es una despedida. Esta no. Te aseguro que me verás pronto. No va a pasar igual que hace trece años, no volverás a quedarte sola.

-Espero que sea así.

-Ahora debo pedirte algo. Sé que sólo tienes dieciséis años, pero debes hacer algo por mí. Cuida de Netheryn. Parece fuerte, y siempre alegre, pero ahora la incertidumbre le está dañando. Anímala por favor.

-Lo haré. ¿Cuándo te vas?

-Al anochecer, en cuanto disponga del guarda. Los caminos son más seguros al resguardo de la oscuridad.

-Antes de que te vayas, ya que es tan pronto, quiero darte algo. –Keira la miraba extrañada.

-¿De qué se trata?

Elay se quitó la cadena del cuello, en la que llevaba la Síbile.

-Ya no la necesito, porque a mí ya me ha guiado. Te llevará hasta la Sacerdotisa. Estoy segura de que la encontrarás. –Keira la abrazó.

-Muchas gracias, pero te la devolveré. Lo prometo.


Más imaginación en... El Cuentacuentos

domingo, marzo 25, 2007

Una batalla mítica

Un ejército de troyanos me atacó. ¡Y he sobrevivido! Se ha parecido un poco a la batalla entre espartanos y persas de 300, pero he sobrevivido... ¡Sin pasar por el formateo!
Las bajas no han sido numerosas, pero ha habido una gran baja... La multifunción hp 1210 ha muerto. Cariñosamente llamada "mi nave espacial"... convertida ahora en la desaparecida "estrella de la muerte" con un cartucho nuevecito de 25 € en su interior (a quién se le ocurre cuando ya flaqueaba en plena batalla...snif!)
Ha sido sustituída por una HP Photosmart C3180 All-in-one. Me he aventurado (algo suicida por mi parte) con otra multifunción... Pero es que los troyanos fueron demasiado crueles con la anterior, y yo no le presté la atención que necesitaba. Aquí está, nuevecita, esperando a ser bautizada (¿Apollo XI?)... ¡Que la protejan los dioses de los crueles persas y troyanos!
Después de esta elegía me despido con una frikada, y prometiendo que la semana que empieza visitaré todos esos blogs que tengo que visitar!

Encontrado en DiverZona (http://www.diverzona.com/), Almería, cortesía de mi hermana alias "Ampaaaro!"