domingo, octubre 30, 2011

Idioteces. El mundo se rige por ellas. ¡Dominan el mundo!
¿Qué sería el mundo sin idioteces? Casi no habría problemas, no habría humor del tonto en la tele... el mundo sería más aburrido. Entonces... ¿las idioteces son necesarias? Puede... ¡es posible! Es algo totalmente necesario en la evolución del Homo Sapiens... esa cuestión es la que me ronda por las pocas neuronas que me quedan. Pues... puede... porque si el hombre no se hubiese reído del que se resbaló por primera vez con una piel de plátano, es posible que no hubiese olvidado sus problemas de ese instante y no se hubiese puesto a pensar, a idear, a inventar cualquier cosa que se le pudiese ocurrir. Sí, estoy vinculando una simple cáscara a la inventiva... pero... ¿que sería del hombre si no se riese de sí mismo? Pero entonces ya llegamos a una divergencia: las idioteces nos ayudan, pero la gran mayoría nos molestan... dado lo anterior, lo lógico sería eliminar las idioteces del tipo molesto. ¿Quién está dispuesto? ¿Quién diría que hace idioteces? ¡¡Yo no!! ¡Él sí! Bah. Aunque hagamos daño a alguien con una de esas idioteces, muy pocos lo admitirán. La mayoría lo negarán rotundamente. Sí. Negamos lo evidente. Nuestras idioteces.... ¡VIVA!