domingo, enero 07, 2007

Maldita y ensangrentada

Matar formaba parte de la naturaleza de Laura. Hasta su cruel belleza lo demostraba. Los ojos felinos, dorados, el pelo negro, como la oscuridad del abismo…

Aquel animal aún yacía muerto entre sus manos, pero al finalizar el placer que sentía al estrangular el último hilo de vida de cualquier ser, lo arrojó lejos de sí. Mostrando desprecio. Ante aquel gato negro que aún no había vivido lo suficiente como para poder abrir los ojos. Lamió el puñal ensangrentado, lo acercó a la vela que tenía junto a ella, y sus ojos se iluminaron con el mismo rojo fuego con el que lo hizo el rubí del puñal. Sonrió liberando una estrepitosa carcajada, enmarcada en sus finos y agudos labios rojos.

Recogió su pelo rizado con un pasador dorado, y cubrió su desnuda y pálida piel con una rica túnica negra de seda, y sintiendo la fría piedra en sus pies caminó hasta la puerta. Un soldado la escoltó hasta el Gran Salón.

El soldado le abrió las puertas. Darkos le esperaba junto al fuego. Se volvió hacia ella, haciéndole una reverencia. Ella entró y el soldado cerró las puertas, quedándose fuera.

-Bienvenida, Regente Consorte de Abdarelth, hija del gran Ekros. - Dijo alegremente acercándose a ella.

-No necesito que un bufón me anuncie. Y aún más con un título de tal ridiculez.

-Sólo trataba de ser amable- dijo burlón- con una dama de semejante belleza y misterioso poder. ¿Ha traído lo que le pedí?

-Maldita y bañada en sangre, tal y como debe ser- Sacó la daga de los pliegues de la túnica. Se la tendió a Darkos por la hoja.

-Con tal de eliminar cualquier resquicio de bondad, lo que esté en mi mano, señora. –Tendió la mano y la cogió sin cortarse. –Próximamente comprobaremos si tal maldad será tan efectiva como con Auralav.

- Me temo que esta vez no será tan fácil. La bendecida y azul sangre de su madre corre por sus venas. – Dijo alejándose hacia la puerta.- Y la sangre mágica es mucho más difícil de manipular que la sangre humana.

-Seguro que le ha puesto solución. No tengo lugar a dudas.

-Incrementando el conjuro con mí sangre, la de Ekros. Que aunque corre por sus venas parece haber desaparecido…- Echó por última vez la vista atrás y las puertas se cerraron a su paso.

Más imaginación en… El Cuentacuentos

Siguiendo la estela de Indi, de Brian...

Esta imagen, sobre un gran fondo negro es la que tengo en el escritorio.
¿Por qué?
Porque no es la típica, que era lo que buscaba. La usé para hacer un Christmas en Powerpoint, por supuesto, cutre a lo máximo, pero como siempre dicen cuando la obra es mala con ganas es: "la intención es lo que cuenta". Se la mandé a unos pocos amigos... Y ahora descubro que se la debí mandar a otra gente... por ejemplo a María! Que te manda unos correos que te quedas sin saber que decir! ¡El del pingüino y el de navidad, los mejores!