martes, diciembre 14, 2010

Vengo a hablar de las cosas bonitas.
Hoy me he montado en un balancín del Parque García Lorca con mi novio, y hemos empezado a dar vueltas y saltos sin sentido... ¡y ha molado! Y creo que me he terminado de cargar las botas con tanto chino xD.
He comido pizza de comida y cena, ¡y no se ha enterado nadie!
He cotilleado con una amiga en clase.
He visto mi serie favorita.
Se me han escapado tres autobuses, para montarme en otro cinco minutos después, con esos estupendos libretitos para leer en el bus. Y me ha tocado uno que ha sido perfecto, genialmente escrito, entretenido y además curioso, con un gato negro pintado en la portada. Y gracias a él voy a intentar fomentar la lectura xD.
Me he tragado CSI con los padres y he hablado con mi padre de algo, aunque no recuerdo de qué.
He leído en El Semanal la carta de un biólogo en paro que se veía afortunado al haber tenido una infancia feliz, y se hacía socio de Unicef.
He amado. Me he reído. He besado. Me estoy tomando una Pepsi.
Y en definitiva, creo que ha sido un gran día.

martes, septiembre 14, 2010

Amor a El Papel



A pesar de su actitud, decidí seguir la relación con él. El Papel y yo habíamos tenido mucha historia juntos... 


No recuerdo cual fue la primera vez que me puse en frente suya y empecé a escribir en él palabras que surgían espontáneamente de mis pensamientos, de las recónditas entrañas de mi imaginación. Creo que yo era muy pequeña, tiempos en los que el orden, la sintaxis y la puntuación no importaban, cuando los renglones de libreta eran simples líneas que ignorar, dando lugar a curvas y picos, acercándose a los dibujos de palabras.



Desde entonces habíamos tenido algún que otro encuentro, esporádico, pero que no llegaba al amor, sólo al encaprichamiento. Aquello sólo era un placer efímero, nunca más de una o dos horas.


Años después, descubrí que el modular mi voz no era suficiente para expresarlo todo, que había cosas que nadie podría escuchar, sólo leer; en fin, que había cosas que sólo se podían expresar mediante el lenguaje escrito: haciendo el amor con El Papel. Entregándole todo mi cariño, toda mi ternura... y a veces, todo mi odio. El acto es todo emociones, no se puede racionalizar y la mayoría de las veces, es incontrolable.


Pero entonces llegó la madurez (si, la adolescencia, pero siendo un poco más viejos). El Papel empezó a amarillear y como respuesta, yo racionalizaba todo lo que tenía que escribir en él, tanto, que al final tanta lógica mató a la imaginación. Y El Papel y yo caímos en la rutina, ya no había palabras nuevas, sólo frases lógicas, perfectamente construidas, pero sin alma. Ésta falta de vitalidad lo empezó a gastar, casi se volvía transparente, pero yo insistí. Insistí en hacer el amor con él al menos una vez a la semana, con la esperanza de que El Papel recuperara aquel vigor perdido, aunque tuviese ya el aspecto de un anciano.






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domingo, septiembre 12, 2010

No hagas eso.

miércoles, septiembre 08, 2010

Ser infeliz cuando eres feliz

¿Es bueno conformarse? ¿Es bueno sentirse anclado? ¿Es bueno ser feliz con la felicidad de los tontos?
Nadie sabe la respuesta.

Nadie sabe si todo ésto tiene sentido, o no. 
Me siento en la disyuntiva de que necesito ciertas cosas urgentemente, de que no consigo los medios para conseguirlas, de que hay ciertas cosas que me siguen ahogando.
Me siento inmersa en el problema de que debería ser feliz, pero en realidad hay demasiadas cosas que van mal, y que no puedo acceder a las soluciones. Entonces llego a la frustración de hallarme aquí. En el lienzo blanco de mis penas. Que en vez de ser lugar de creatividad como lo fue una vez, es de tristeza. Y amarga la vida saber que esa maldad de sentimiento lo inunda todo. De saber que hay demasiadas cosas que te ahogan, y de saber que eres incapaz de luchar contra ellas. 
Éste es el mundo de los tontos, y ante ustedes, una de ellas.
(Nadie sabe porqué blogger me hace cosas raras y me escribe renglón sobre renglón).

lunes, septiembre 06, 2010

Tú solías escribir. Es lo que SOLÍAS HACER. Te encanta, pero el estancamiento es malo ....(hummm).... bueno, el estancamiento, y más cosas. El dolor. La ira... El perderse cuando te creías orientado. [...] --->a todo ésto seguía un diálogo emo entre el "Yo" y el "Yoquieroser", un diálogo tan repetido que ya no dan ganas de escribirlo, y menos de leerlo, y ganas de pegarte un tiro, si llegas a escucharlo.

Así son las cosas...

jueves, septiembre 02, 2010

And we were flying...

domingo, julio 11, 2010

Algo para recordar...

jueves, julio 01, 2010

Triste, Sorprendida, A Cuadros

Me entristece vincular el blog o el hecho de escribir a eso, a que estoy triste. Estoy triste porque hay gente que necesita tanta atención, como si su ego eclipsara al mundo, que el simple hecho de que tengas amigos aparte de ellos (yo me alegro porque mis amigos tengan amigos, porque si tuvieran que depender de mí para salir se aburrirían como una ostra) significa que te tengas que sentir culpable (y encima hacerte sentir así) por no poder quedar. Me parece profundamente egoísta.
Creo que hay cosas en la amistad que están fuera de lugar. Y ésta, de hecho, lo está.
Besos a todos.

domingo, mayo 09, 2010

Eres altamente bonita.

sábado, mayo 08, 2010

Un poco emos pero molan

lunes, mayo 03, 2010

Adrián

La casa de Adrián está en un parque. Su vida está envuelta en claroscuros. Pero las sombras, lo son más que la noche.
Su mirada envuelta en una clarividencia, su voz en la droga, y su mente, ya no sueña.
Adrián vive en la calle, es una persona real, existe, pero no se llama así. Lleva consigo una mochila y una bandolera. Y un libro, con forma de agenda de un año perdido, que quiere escribir para llevar a cabo aquellas tres cosas que rezaba un antiguo probervio chino. Adrián nos contó su vida, cuando sólo venía en busca de unas monedas para una botella de cerveza.
Adrián estaba envuelto en el buen humor, cuando ofrecía un poema o un chiste, a cambio de céntimos. Al final fueron dos chistes: uno malo, y uno bueno, para compensar. Adrián nos hizo sonreír, nos entretuvo media tarde. Nos demostró que iba a  por aquella cerveza, gracias a nosotros, dejándonos sus cosas, en confianza.
A Adrián se le caía la baba con cualquier bebé que pasaba, porque él, tenía uno. La hija del mar, según nos contó. La historia de su vida comenzó a ser contada a partir de una pregunta trivial, pero una de esas que buscan indagar más en los porqués de una persona, que aparentemente se hallaba perdida. Pudimos atisbar su lucidez, su inocencia, y su amor.
Pero tras conocerle, no nos pudimos quitar la sensación de impotencia. Porque era imposible no tenerla. Era el precio de haberle conocido.




Si alguna vez, encontráis a alguien que os pide un beso, para plasmarlo en una página, es que habéis encontrado al verdadero Adrián, ese que sí existe.

miércoles, abril 28, 2010

Dark Room

This is Matrix!!!
Es la primera vez que escribo con Darkroom. Y estoy teniendo un "Deja Vu" en plan Matrix... ¿Morfeo? ¿Sales ya o qué? Malditas pelis... que te hacen pensar que cualquier cosa puede suceder...
Hoy he empezado a ver "An Education" y al minuto 1 me ha parecido la misma historia de siempre. Una Rory Gilmore más. Será que a veces soy demasiado crítica. Con las películas típicas (Sino pregúntenle a "El escritor", a parte de que la sola presencia de Kim Catrall no ayuda).
Como mola Passion Pit.
¡Viva Spotify!
Voy a salir de este programilla que he dejao el MSN encendido y me da cosica ignorar a la gente (bueno, a algunos no me importa xD).

lunes, abril 12, 2010

VI- Los muertos no necesitan aspirina, sólo incumplir las normas.

-Perdí el vuelo y tuve que pasar la noche en el aeropuerto.
-¿Esa misma noche? -Joel se incorporó de la cama, poniendo la espalda muy recta, como hacía cuando se ponía nervioso.
-Sí, la misma en la que Saúl y Paula me encontraron en la boca del metro.
La pistola se disparó bajo un impulso de rabia mezclado con dolor. "Eric había roto las normas" se consolaba Paula mientras observaba la herida que le había producido el disparo entre el pulgar y el índice, y el humo ascendía...
Nadie les había ordenado "cazar" a Eric. Pero Saúl decía que había que hacerlo. No era parte de la naturaleza que un no-muerto la perturbase constantemente. Así que había que eliminar esa perturbación. Ese era el razonamiento de Saúl, dejando a parte el propio odio que sentía hacia el maldito prófugo.
No existía una jerarquía, un orden, que les ordenase qué hacer. Eso le había estado irritando a Paula.
Hasta el momento en el que encontraron a la presa.
-¿Qué hacéis aquí? ¿Tan bien os he caído que no podéis vivir sin mí?
Saúl le miró. Aburrido de su cinismo.
-Deja de matar, Eric, Max, o como diablos decidas llamarte. Ésto no te lleva a ninguna parte. Y a todos nos ocasionará problemas.
-A mí por el momento sólo me está causando placer. -Eric hizo una reverencia y se dispuso a desaparecer.
Pero descubrir a Paula escondida en uno de los pasillos que accedían le hizo detenerse. -¿Qué haces tú aquí? ¿Has decidido formar parte de la policía del Mas Allá?
-Estás pasándote Eric. Y lo sabes. -Paula sostenía torpemente un revólver negro
Ven conmigo bonita, y me comprenderás, dijo acercándose a ella lentamente.


-Y entonces me disparó. Nunca creí que fuese a hacerlo. No sé si lo hizo por odio. O por salvarme... Pero empiezo a pensar que había algo de compasión en la fuerza  que apretó el gatillo.



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Toda la historia Aquí (Gracias Jara, lo había olvidado ;) )
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jueves, abril 08, 2010

V- Los muertos no necesitan aspirina, sólo seguir siendo inquietantes. Y aterradores.




En un camastro desvencijado Joel jugaba con un roído antifaz.
-Es divertido saber cómo los engañas a todos, Eric. -Mientras él se terminaba de vestir, yo me ceñía el sombrero y cogía las llaves para salir de aquel piso tan cutre de Sant Boi.
Joel... Joel era para mí otro pobre diablo con el que jugar un rato. Un compañero de trabajo algo especial. Curioso, social, pero increíblemente raro. Con grandes paranoias sobre la muerte, que descubrí un día dibujadas en un cuaderno (negro) de anillas que llevaba siempre consigo.
-Lo sé. Si quieres que siga siendo una diversión. Espero que te mantengas callado. Seguro que si hablases, El Animal vendría a por ti.
-¿La muerte? ¿No es que elige al azar? -Y ya andábamos juntos calle abajo.
-Hasta que ve peligrar su propia vida. Entonces empieza a ser calculadora, y tétrica.  Y... bueno, todo lo demás. -Me giré hacia la carretera y paré un taxi.
-Pero... si yo pudiera usar un disfraz tan bueno como el tuyo... no algo como éste antifaz, -mientras, se lo ponía, con los ojos tornados al blanco, haciendo que el taxista nos mirase, rechazándonos- ...tan fácil de descubrir.
-Mi disfraz tiene un alto precio. Aunque, si quieres, podemos probar...
-¡No! Déjame. Vivo estoy bien. Cuando me consigas un trato tan bueno como el tuyo, ya hablaremos.
-Esto no es un trato. Es una maldición. Que he decidido disfrutar.
-¿Buscando a no-muertas en locales de alterne? ¿He entendido bien?
-Exactamente. -Y tras un ademán de despedida, salí del taxi, y desaparecí tras el portón rojizo del local.

***

Portaba un traje negro de exquisito patronaje. La camisa blanca, abierta. Caminaba sin un destino concreto, vagabundeando por el local. Sorteando las puertas a través de las que mirar, o no. A su capricho... y a su entera disposición.
Empezó a escribir en un papel arrugado y entonces se volvió y se acercó a mí. Su nariz casi rozó el contorno de mi rostro. Y empecé a temblar. Me acarició levemente el brazo, y luego me dio el papel, sin tocarme, pero sin alejarse de mí, hasta que estuvo seguro de que me tenía sometida a un miedo lo suficientemente atroz.

Y desapareció.

Me senté. Y empecé a leer una carta. Destinada a mí. Aunque yo me llamase de otra forma.


"Amara,
Me robaron el recuerdo de un tiempo, quizá fue un instante, en el que respiraba junto a ti.
Perdóname por lo que te hice.
Y por lo que queda por venir."



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martes, marzo 23, 2010

IV- Los muertos no necesitan aspirina, sólo una afición que practicar.

La expresión de Saúl era fría.
Miraba el cuerpo de Amara. Desnuda, pero con la funda de la almohada atada al cuello, como un bonito foulard. Quizás había sido ese su regalo al matarla, ponerla guapa para cuando la Muerte viniese a llevársela.
-Estúpido animal. ¿Por qué no hará bien su trabajo?
Paula estaba en el otro extremo de la habitación observando todo el desorden y el cadaver, la antigua apariencia de El Asesino.
-A veces pienso que si La Muerte es tan boba es que lo que nos espera después no es gran cosa.
Saúl respondió con un murmullo de suficiencia.
-Supongo que el hecho de que ambos tengan un tiro en el pecho no es casualidad. Qué rencoroso es nuestro Eric.
Los rodeaban un grupo de policías que hacían fotos en el escenario del crimen.

***

Me había colado en los almacenes de la Comisaría de Sant Martí no con mucho esfuerzo, de hecho, había sido bastante fácil. En la estantería de los recién archivados, ahí estaba yo. "A.Parells-Desconocido". Yo seguía siendo Max Nájera, sólo que con otra foto en el DNI.
Empecé a rebuscar en la caja y encontré las fotografías del escenario. Ahí estábamos yo y Amara tendidos en el suelo, tan apacibles.
Y pude acariciar de nuevo a Paula, aunque fuese sólo en una imagen y sin su verdadera apariencia de mujer desorientada. Y Saúl. Vi aquella mirada. Insensible. Ya no era sólo a mí, sino también la que le echaba a Amara. No tenía derecho a aquello. A despreciar a alguien a quien yo había amado, aunque lo hubiese hecho más después de muerta que cuando aún su corazón latía. No tenía derecho a eso. Me ofendía. Aunque se que ese era su objetivo. ¿Sabría que yo miraría las pruebas del caso?

***
-Sí, acabo de ver a un hombre salir ,vestido con un traje oscuro, ha desencadenado su bicicleta de uno de los bancos y se ha ido sin más. Yo estaba echándome un cigarro, que para mantener el vicio tengo que aguantar el maldito frío de Barcelona, ¿sabe?

Saúl y Paula salieron de la comisaría con la caja de Parells bajo el brazo. Amara era la sobrina-nieta de Saúl, nieta del único de sus hermanos que había sobrevivido a la Guerra.



Parecía que Eric consideraba un deporte asesinar a los familiares vivos de sus antiguos amigos. Después de haber ejecutado a la su propia familia.

PHOTO: SAUL LANDELL

martes, marzo 16, 2010

"Ahora me viene a la memoria la historia del buhonero de tres patas y las hijas del mercader. Al parecer este mercader nació al amanecer de un extraño dia de Enero, y poco antes de nacer, tres estrellas vio caer.
Una era Halata, brillante y blanca, la menor, inocente e imaginativa, ingenua o... joven, simplemente joven.
La siguiente era Evehna rubia, amarilla, algo mayor que la anterior, pero su estela seguía teniendo la misma vitalidad, y casi la misma cantidad de polvo mágico.
Carinae era la peliroja, la mayor, la más madura, sensual, la más mágica y enigmática.
Y cómo aquel bebé había visto caer, al mismo tiempo que su alma del Edén, aquellas tres estrellas, al fondo del oscuro mar, decidió, dos decadas a lo más tardar, irlas a buscar.
Y tras miles de amaneceres... volvió a aquel lugar. De plazas, una a continuación de otras, en las que entraba, a veces, el mar, a visitar, y donde hasta un sólo pelo de diosa, se podia intercambiar por cualquier cosa que se pudiera imaginar.
El joven vio cerca al mar, dejó que sus dedos blancos le acariciaran, se quitó las haraposas botas, y se sumergió sin vacilar.

III- Los muertos no necesitan aspirina, sólo sumergirse en odio.

No sabía si era defecto o virtud. Pero la ambición me succionaba la piel, los músculos, los órganos, el alma (si es que me quedaba algo de ella). Poco a poco, tan lentamente, que cada acto que yo me atrevía a cometer, contribuía un milímetro más a que la mecha se acortase, acercándome, cada vez más a la traca final a la que me vería sometido. Claro, si seguía con mi adicción.


La veía al lado mía. Dormitando. Sin vislumbrar su destino. Tan caliente y cómoda entre las sábanas. Me puse a los pies de la cama, agachado, al lado de ella, y empecé a rozarle la pierna con el canto de la mano, empezando en el tobillo y subiendo, emitiendo un leve sonido, como si la estuviese cortando. Y bruscamente, se movió. Pero porque le hacía cosquillas, no porque me temiese.


-Qué bonita forma de despertarme- dijo, pasándose la mano por el flequillo para apartarlo y dejándome descubrir unos ojos sabor miel. Que me encantaría ver sin esa chispa que los ilumina, como tantos otros.
-Amara...- le dije, subiendo la mirada desde su pecho hasta a aquellos dulces ojos.
-Dime.
-Deseo... Quiero... Perdóname. O mejor, no lo hagas(así me recordarán siempre). -Se notaba la tensión en sus hombros, no estaban nada relajados, y en sus manos se veía que estaba alerta, preparada para lo que viniese.- Te amo, pero deseo matarte.


Yo no la amaba. Ni siquiera le tenía cariño.


En aquel momento Amara vió toda la verdad de mi ser a través de mis ojos. Vio que nada brillaba. Sólo una necesidad corporal. La de acabar con ella.


Corrió por el pasillo. Sabía que le acompañaba la extrañeza de que su atacante no la perseguía. Ilusa. Las cosas no son como las películas. Siempre son algo más macabras.


Sacó con apuro el revólver del primer cajón de su escritorio, y cuando se volvió se asustó aun más. Yo estaba parado en el quicio de la puerta. Esperando con avidez su reacción.


-No puedes matarme. No eres capáz, Amara.
-¿Ah no?


La traca había llegado.


Me desplomé. El mundo entero se fundió al negro. Y me encontré tras de ella.


-Hola Amara. De nuevo.


Y se volvió, paralizada, viendo una aparición. Un desconocido que invadía su despacho, y que hablaba de manera semejante a la de su novio difunto, al que le acababa de disparar en el pecho.


Me acerqué a ella y abrazándola, le quité el revólver.


-Tranquila, yo me ocuparé de ésto.

miércoles, marzo 10, 2010

En proceso de auto-reparación.

martes, marzo 09, 2010

Que bien me lo paso... escribiendo cualquier cosa ^ ^

-¿Qué tipo de tipos te gustan?
-¿Qué tipo de tipo es tu tipo?

Preguntas absurdas y/o tontas sobre citas/amor/chorradas. Me hace gracia toda la parafernalia Americana de las series sobre las citas, me explico: ves "How I met your mother" y te partes con las técnicas de Barney para acostarse con cualquier mujer que aparezca (todo ese rollo le hace incluso más interesante, ¡al personaje!), pero, luego, te encuentras a un tipo así y si no te ríes en su cara, poco te falta.
Hablas con mucha gente, conoces gente nueva, pero, pocas cosas te sacuden el corazón (oh, que pastelada). Empiezas a buscar algo intenso, pero no lo encuentras, y cuanto más personaje seas, por no decir friki, más difícil es. Eso sí, lo que te encuentras, en cada rincón, son "juguetes rotos". Por qué somos tan malos y dejamos a la gente rota, ¿para que ningún otro pueda jugar con ellos? ¡Que egoístas!
Todos hemos dejado juguetes rotos por el camino, todos lo hemos sido... Pero, creo, que ya es hora de auto-repararse y ponernos de nuevo en el escaparate, con toda la ilusión de encontrar un nuevo niño con el que jugar, y al que hacer feliz.

domingo, febrero 14, 2010

Cuentos, cuentos, cuentos y más cuentos. Nada real. Nada que valga. Nada por lo que valga, (la pena), hacer nada. Absolutamente nada. Sólo seguir aquí. Tal y cómo está todo, mal. Sin que nada lleve a ningún sitio. Esperanzador.

martes, febrero 09, 2010

Keep holding on... Glee!

viernes, febrero 05, 2010

Ilovethisgirl... AndI'mnotlesbian XD







lunes, enero 25, 2010

Salvaje, Wild, Sauvage...









domingo, enero 24, 2010

Melissa P.

María Valverde es una chica bonita, buena, blanquita, tan ingenua (o no) con los bolcheviques... Que me resultó encantadora...
Pero con Melissa P. esa vena autodestructiva da más que miedo. Es como una película de caminos equivocados, que sólo intrincan más el laberinto de lo que ya estaba o de lo que es en la adolescencia. En una total ausencia de sentido común... Como si juntásemos todos los malos momentos que pueden tener un puñado de adolescentes en uno sólo. Y claro, tiene que explotar. A mí me hizo reflexionar sobre los caminos, si en vez de éste, hubiese escogido otro, o aquel que queda en el lado opuesto.
Aunque... prefiero mis elecciones a las de Melissa P.
No he leído el libro, pero estoy segura de que se le podía sacar más partido del que le han sacado. :)

lunes, enero 18, 2010

2010 - 1

¿Perdida? ¿Encontrada?
¿Sola? ¿Acompañada?
Sólo sé que echo de menos los viejos tiempos y no haber aprovechado mejor el 2009: ¿¡cómo pude estar para..!?
También echo de menos a mi Netheryn de mis amores ^^, que se me ha vuelto medio griega, y con ello casi anar(k)a. XD.
Echo de menos a cómo eras antes niña, N, una loca que no paraba, que no estaba tan pendiente de lo que no tienes que estar y sí de pasártelo bien fuese como fuese.
Echo de menos a E, pero lo bueno es que, cuando nos vemos, aprovechamos bien. Filósofa pragmática...
Echo de menos esa concepción de: soy joven y tengo tiempo.
Echo de menos a la ilusión, a la inspiración, a un libro, a una persona (que por supuesto no es a tí, cobarde, desconocido, por si te quedaba duda), a una fotografía, y de nuevo, a la ilusión.
Te echo de menos alegría... ven a endulzarme un poquito.


                                                                                             (Espera, creo ver un poquito de azúcar allí,
a lo lejos.)


Gracias a éste señor. Por la motivación.

lunes, enero 11, 2010