lunes, junio 08, 2009

Fuegos artificiales tronando, y el corazón, también.
Sé fuerte.

Yo estoy ahí, contigo.

0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55....


1+1=3


-¿Qué lógica tiene esta expresión?

Recuerdo que en el primer año de facultad, la profesora de Cálculo nos demostró que 1+1 no son 2. Así que de los matemáticos ya me puedo esperar cualquier cosa.
Ahora, ¿qué nos quería decir con aquello? ¿Éste profesor sería colega de aquella desordenada profesora? ¡Quién sabe!

A mí sólo se me ocurre una cosa. Una pareja que tiene un hijo, y forman una familia.

Pero creo que él iba más allá. El misterio estaba por desentrañar, y según lo que siempre he creído, éso es lo más emocionante de las matemáticas. Descubrir el porqué.

Y el profesor intentaba transmitirnos ésta emoción, esa excitante incertidumbre, que él sentía desde hace mucho tiempo.

Y recuerdo los números primos, la sucesión de Fibonacci y casi, con todas sus fantásticas características, hacen que se me salten las lágrimas. Porque unos números pueden emocionar tanto como el más profundo de los sentimientos. Sí, ese que excava en el centro de nuestra alma y lucha por quedarse allí.

¿Pero algún número será capáz de llegar a tan recóndito lugar?


más y mejor en.... El Cuentacuentos